CARTA 2 A MI HIJA MAIA

Para los que no saben: Hace poco mas de una semana (a esta fecha) 2 POLICIAS armados entraron a nuestro local y nos robaron mientras nos ataban a mi esposa, mi padre, su novia y a mi. Mi hija Maia estaba en la escuela. Hace apenas unas semanas atras, un grupo de cobardes policias de la dictadura estuvieron a punto de desaparecerme por defender lo que pienso que es justo y correcto, como si eso fuese ilegal. Me persiguen por denunciar, por decir, por criticar. Nuestro pais no tiene ley, ni es libre. No hoy. Mi pais, nuestro pais, vive en la angustia de no saber si te quitara la vida un malandro de profesion o un malandro profesional que viste uniforme y es pagado por la dictadura de los narcotraficantes que nos gobiernan. Mi voz y mi blog, que es lo unico que tengo para luchar, seguiran levantandose en contra de aquellos que nos oprimen.

Pero hoy, tras esta horrible experiencia, muy típica para los venezolanos que aún seguimos trabajando día a día a pesar de lo terrible que nuestra sociedad se ha vuelto, me mortificó (como diría mi abuela Margot) lo que pasaría si una bala me hubiese arrebatado del lado de mi hija, de mi esposa, de mi familia... supongo que todos pensamos en eso cuando nos pasa algo... por eso dediqué esta pequeña carta a mi hija, para que el día que no esté a su lado por las razones que sean, y lea estas lineas, entienda que la amo, que no necesita nada más que saberse valiosa y que siempre será mi princesa... siempre...

A mi hija Maia

Querida Maia, mi princesa: Hace unos días nos pasó algo feo... de nuevo. Espero que muy pronto ya no lo recuerdes ni tengas que vivirlo nunca.

Tu mamá y yo hemos reflexionado muchas cosas ultimamente. Yo ahora tengo miedo de que me obliguen a dejarte sola en cualquier momento por querer decir lo que hay que decir cuando muchos no se atreven. Supongo que no soy el único. Nuestro país nos obliga a todos a vivir bajo ese miedo. Siempre he tratado de controlar lo que pueda para asegurar tu futuro. Hoy me doy cuenta que no hay algo que en verdad pueda hacer para que cuando me toque dejarte pueda irme con la certeza de que podrás continuar el camino por ti misma. Siento miedo al saber que en cualquier momento, defender lo justo pueda costarme la vida y te deje sola. No quiero dejarte sola nunca. Y no es egoísmo, sino que no hay NADA en el mundo que me permita siquiera pensar en alejarme de tu lado… pero también se que tarde o temprano eso pasará… 

Quiero, princesita, que entiendas que tu madre y yo te amamos con locura. Quiero que entiendas que no necesitas ser “popular” para ser valorada, ni para ser felíz.

He aprendido con el paso del tiempo, que hay cosas en la vida que son mas importantes que otras. La DIGNIDAD es una de ellas. Vive tu vida de manera digna siempre. No dejes que la oscuridad de aquellos que son ciegos a los valores, a la moral y a la decencia contaminen tus ojos y tu mente. NADA vale mas que tu dignidad. Y aun y cuando mantener esa dignidad cueste la vida, no dudes NUNCA en mantenerla, porque solo los dignos construyen futuro para los que vienen, como tratamos tu madre y yo de construir un mundo mejor y mas justo para ti.

Persigue siempre lo que deseas, y nunca pares. El camino no es siempre facil, pero si comprendes que solo haciendo lo que amas seras feliz, la vida estara siempre llena de sonrisas y colores. Nunca estaras sola, porque el mundo sera tu lienzo y la vida se convertira en tus colores... Comprenderas entonces que aunque ya no estemos a tu lado, nunca nos hemos ido... viviremos en tus ojos por siempre...

Quiero que sepas que no hay NADIE a quien debas mantener “interesado en tí” por que tu eres interesante y no necesitas de alguien que lo certifique. Entiende que no necesitas “tener a un hombre a tu lado” y que eres capaz de hacer lo que quieras por ti misma. Eres bella como persona, bella de corazón, bella de alma, bella de verdad!... eres bellísima y tu mama y yo estamos siempre orgullosos de ti... SIEMPRE.

Un día llegará ese hombre al que tanto temo. El hombre que te hará perder la cabeza y te alejara de mi lado… espero llegar a conocerlo y llegar a una tregua… espero que cuando llegue a mi puerta a preguntarme por tí no sea un ser vacío que solo te tocó pasionalmente y no te valora.

Y cuando llegue el momento, espero que ese hombre que decidas tener a tu lado sea digno de ti. No importa si no tiene dinero, si persigue sus sueños y en sus sueños siempre estás tú. No me importa si es un galán o no, si logra que tu cara dibuje sonrisas siempre y tus ojos brillen de felicidad cuando le ves. No me importa si me quiere a mi o no, siempre y cuando su amor y su lealtad se entreguen a ti y tu le aceptes con igual amor y lealtad. No me importa si es o no de apellido si convierte tu vida en un cuento de hadas lleno no de lujos y castillos, sino de amor y respeto, de felicidad y admiración. No me importa siquiera si tiene casa, pues tu mamá y yo te dejamos la tuya, siempre y cuando sea trabajador, honesto, y vele por ti como lo hago yo…

Por mucho tiempo he defendido lo que pienso y siento es justo mi princesa. El costo de defender eso cada vez se hace mas caro, y hoy el costo ha sido casi el maximo. No se cuanto tiempo me queda a tu lado ahora, y por eso te escribo esta carta que quiza un dia leas y entiendas...

Hoy, mi princesita, la vida parece haberme dado una nueva oportunidad para decirte algunas cosas que creo que son importantes... sentí por un momento que me iba de tí... me asusté... hoy, le pido a la Divina Providencia, que me permita al menos verte crecer un poco más, y que me deje enseñarte un poco más lo valiosa que eres, lo bella que eres, y lo que puedes hacer… La vida, mi bella, está llena de ilusiones, de espejismos, de trampas, pero también de cosas bellas, de flores, de luz… Quiero vivir para enseñarte algunas de esas cosas bellas, porque tu eres la cosa más bella de mi vida, y mi único miedo hoy es que no pueda mostrarte todo a tiempo… Ojala, que cuando llegue el momento, si decides tener a alguien a tu lado, y yo ya no estoy, esa persona te ame al menos un poquito como yo… La vida es tuya mi princesa... te amo...

Tu papá.