miércoles, 21 de marzo de 2018

SEXO ORAL DE PRIMER MUNDO



Yo soy a veces repetitivo. Se que soy fastidioso. Pero es que nosotros, los humanos, como los perritos, aprendemos solo por repetición. No tienen que repetir muchas veces las cosas para que las entendamos.

Sucede que en estos días, surfeando en Facebook, como todos, me encontré con una foto de Bill Clinton, el ex presidente de Estados Unidos. Me pareció un señor carismático. Siempre sonriendo y saludando. Pero también lo recordé sin mucha sonrisa cuando estuvo sentado en el estrado de un tribunal enjuiciado por haber tenido “conductas sexuales inapropiadas” con una pasante en la Casa Blanca. Seguro todos recuerdan a la famosísima pasante. (Monica Lewinski, para los de memoria corta, o corta edad).

Este recuerdo, me hizo pensar, de nuevo, en la sociedad humana. Y digo de nuevo porque he hablado de esto mismo en otras ocasiones.

La sociedad, es ese lugar en donde CONVIVIMOS muchos que aunque no necesariamente pensemos igual, acordamos seguir ciertas reglas COMUNES para hacer de la vida una experiencia lo mas confortable posible. En una sociedad, TODOS somos parte de algo que la hace “funcionar”, y he ahí el corazón del concepto. Todos necesitamos de todos.

En una sociedad cada uno cumple UN ROL. Algo así como un papel dentro de una gran obra de teatro. Entonces todos ACEPTAMOS por convenciones sociales, que debe haber responsabilidades que cada quien debe cumplir. Esto no es algo derivado de una inteligencia superior solo atribuible a nuestros avanzados cerebros humanos. No. Hasta las manadas de animales tienen un líder y miembros con funciones muy bien definidas: cazadores, protectores, exploradores, obreros, etc. Seguir este comportamiento es en todo caso, la clave para sobrevivir. El comportamiento por ejemplo, de las abejas en China, es prácticamente el mismo de las abejas en México. Las hormigas de Argentina, seguramente se comportan muy parecido a las hormigas de Portugal. Quizá haya algunas diferencias de comportamiento por las variables ambientales, pero en esencia, sus sociedades funcionan muy parecido.

Pero en el caso de los humanos, esto no es así. Y esto sucede porque los humanos somos muchísimo mas complejos, por lo que nuestras sociedades se han definido por factores muy avanzados y modernos, como las guerras, las fronteras, las invasiones, los conflictos de intereses y el dinero, entre otros logros de la civilización. Así somos. Avanzados.

Recordar a Clinton en el estrado me puso a pensar en las grandes diferencias que tienen las sociedades, y eso que llamamos PRIMER MUNDO, y los otros mundos… Reflexioné sobre las responsabilidades que tenemos cada uno como miembro de una sociedad. Si todos somos parte de una sociedad, se supone que esa sociedad es REFLEJO entonces de nosotros mismos, puesto que el concepto de SOCIEDAD justamente es resultado de una serie de convenciones sociales COMUNES que se supone todos respetamos. ¿Qué sucede entonces cuando por el motivo que sea, nos reunimos con amigos en casa para celebrar algo y ponemos música toda la noche y alegremente cantamos y festejamos sin considerar que el vecino tiene derecho a descansar? ¿Estamos respetando sus derechos? ¿Estamos siendo buenos ciudadanos?

Cuando un miembro de la sociedad viola las reglas, debe ser amonestado, sin importar quien es, porque sus derechos y los de los demás deben ser los mismos. Y ahí es donde recordé a Clinton en el estrado. Ese señor era el presidente en funciones del país mas poderoso del mundo. Y ahí estaba. En el estrado, como cualquier otro ciudadano, en juicio por una denuncia.

Recordé a Michael Jackson siendo esposado y llevado a la cárcel y luego a la corte vestido de preso por una denuncia de abuso sexual. Seguramente este señor tenía fama, poder y dinero suficiente para sobornar y comprar a quien quisiera, pero no. La ley fue igual para él como para cualquiera.

Una sociedad sana funciona en base a eso justamente. Al respeto y la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. ¡Pero también funciona porque los ciudadanos cumplen con sus deberes! Una sociedad sana, comprende que cada uno debe cumplir su trabajo cabalmente, porque su parte dentro de la comunidad afecta a los demás. Y quizá esa es la diferencia entre los países del primer mundo y los que no lo son.

Hay quien piensa que el corrupto es el político que roba. Pero aquel que si puede se va mas temprano de su trabajo (el que sea), el que toca corneta en una cola que no se mueve, el que se come la luz, el que se atraviesa en una calle sin dejar pasar a los demás aunque el mismo no pueda avanzar, el que no cede el paso, el que llega tarde siempre, el que se colea, el que le paga al vigilante del banco para que le haga “la vuelta”, el que le baja la calidad a sus productos pero los sigue vendiendo como si nada, el que se lleva aunque sea un papel de la oficina, el que deja lo que puede hacer hoy para mañana, el que trata de ganarse mucho mas de lo que debería, el que trata de pagar lo menos posible por todo y regatea hasta el último centavo como si el trabajo de los demás no valiera nada, el que tira basura en la calle, el que va a la playa y deja la basura ahí, el que se estaciona sobre la acera… esos también son corruptos y canceres para la sociedad.

Las sociedades funcionan SI Y SOLO SI los miembros que la integran aportan su esfuerzo y conocimiento para que dicha sociedad sea armoniosa. No se puede vivir en una sociedad armoniosa como la que todos quieren, si se permite que el vecino venda drogas. No se puede pedir una sociedad sana si compramos artículos robados. No se puede pedir seguridad si dejamos que un familiar sea atracador o policía corrupto. No podemos pedir lo que no damos. Nunca tendremos una sociedad o un país maravillosos si nosotros mismos destrozamos el transporte público, o dañamos los parques, o le pagamos a los funcionarios corruptos para que sigan siendo corruptos pero después les exigimos justicia y decencia…

Entonces, me pregunto yo: ¿Cómo es posible que seamos ciudadanos ejemplares en todas partes, excepto en nuestra propia Venezuela?. ¿Cuándo dejamos que la sociedad se nos pudriera y por qué culpamos a otros si este desastre lo construimos a pulso todos y cada uno de nosotros por desidia o por “dejar pasar”? ¿podremos superar esto algún día?... Esto, lo he preguntado muchas veces… quizá soy fastidioso. Lo sé. Disculpen.

2 comentarios:

  1. Un saludo mi quérido Jose. Te felicito por el artículo, ya que todo lo que dices es muy cierto. Ojalá algún día nuestra sociedad llegue a un nivel de conciencia activa y no pasiva. Dicen que la conciencia podría ser la respuesta del alma.


    Un abrazo y cariños para toda tu hermosa familia 😉

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    1. Mi querido Jorge. Gracias por ser... Un abrazo inmenso!!!

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