No es secreto para nadie en el mundo que las elecciones del pasado 14 de
abril de 2013 en Venezuela se han visto cubiertas por una pesada bruma que pone
en entredicho la legitimidad de la proclamación del candidato oficialista Nicolás
Maduro Moros como presidente constitucional de Venezuela.
La misma noche de las elecciones, y como es costumbre, la rectora principal
del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena, anunció que por totalización del
99,1% de las actas de escrutinio de las maquinas de votación distribuidas en
todo el país y con tendencia irreversible, el ganador de la contienda
electoral, con un poco mas de 234.000 votos era el candidato Nicolás Maduro.
Sin dar derecho a pregunta alguna o intervención de ningún tipo, la rectora Lucena
se retiró del recinto y dejó al rector Vicente Díaz, quien inmediatamente
manifestó su propuesta de realizar una auditoría de votos debido a la
estrechísima brecha de sufragios que separaba a las opciones electorales de
oficialismo y oposición.
La sorpresa no se hizo esperar en la población Venezolana, puesto que en el
mismo ambiente oficialista era claro, a las 6 pm, que la opción del candidato
opositor Henrique Capriles Radonski había logrado lo que se creía imposible: la
victoria contundente de la oposición Venezolana.
A pocos minutos de finalizada la rueda de prensa para realizar el
controversial anuncio por parte del CNE, el candidato opositor se dirigió al
pueblo Venezolano. En su comunicación aseguró que los resultados que el CNE
acababa de anunciar NO se correspondían con la sumatoria total de votos
emitidas en las actas de escrutinio de las maquinas electorales, por lo cual
solicitaba una “auditoría” para realizar el conteo de los sufragios uno a uno.
El candidato Maduro aceptó la propuesta en público en su alocución durante la
noche del 14 de abril en el balcón del pueblo (Miraflores).
Ahora bien. Esta fue, en pocas líneas, la situación vivida ese día 14 de
Abril en Venezuela.
Al siguiente día, 15 de Abril, el CNE se apresuró de manera inusitada y “atípica”
a la proclamación oficial del candidato Maduro como presidente electo de la
república. Las reacciones no se hicieron esperar. Aquello era a todas luces una
provocación por parte del gobierno, puesto que hacer aquella proclamación ante una solicitud de auditoría
ante una situación irregular en el conteo de votos era moralmente incorrecto, y
mucho más cuando tomamos en cuenta que ya para el día 15 de abril numerosos
representantes del gobierno y sus instituciones se pronunciaban EN CONTRA de la
auditoría y el conteo de votos, como lo fueron Jorge Rodriguez (Jefe del
comandod e campaña oficialista), Luisa Estela Morales (Tribunal Supremo de
Justicia) y el mismo CNE, entre otros.
Durante esa semana se suscitaron miles de denuncias, marchas, atropellos,
situaciones de violencia, protestas etc. en todo el país, tanto por sectores
opositores como por parte del gobierno y sus seguidores.
El día Jueves 18, a solo 4 días de las elecciones, y tras una reunión de los
rectores del CNE que duró cerca de 8 horas, se anunció que se haría la
auditoría de los votos solicitados por la oposición al restante de cajas de
votación (46%) sin auditar, aunque con ciertas condiciones y aseveraciones que
hacen percibir una suerte de condicionamiento para dicha auditoría, lo cual es “irregular”,
sobre todo cuando es “el auditado” el que propone las condiciones. Sin embargo,
tras días de protestas por casi 8 millones de venezolanos que escogieron a
Capriles como su opción a presidente, el objetivo estaba logrado: la auditoría
se realizaría.
Ahora, la cuestión que nos atañe hoy, 21 de Abril de
2013 es ¿Qué pasará con esta auditoría si apenas ayer
en rueda de prensa 3 rectoras del CNE aseguraron que esa auditoría NO TENDRÍA
INCIDENCIA SOBRE LOS ESCRUTINIOS?, es decir, ¿que sin importar que la auditoría
refleje números favorables a Capriles, la decisión de que Maduro es el
presidente es inamovible? Pues no. Una cosa es lo que queremos y otra es la que dicta la ley.
Ciertamente, la proclama de Maduro como presidente ya está hecha y no se
puede disolver por parte del CNE. El recurso siguiente es pedir IMPUGNACIÓN de
las elecciones por inconsistencia del sistema electoral al momento de las
elecciones (OJO! NADIE ESTÁ HABLANDO ODE FRAUDE). Esta decisión la debe tomar
como órgano competente el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del cual, su máxima
autoridad se ha anulado a si misma al declarar en días anteriores a la
aceptación por parte del CNE a realizar la auditoría su opinión completamente
parcializada a favor del gobierno y en la que aseguró que el conteo voto a voto
era “inadmisible”. Esta opinión, dentro del marco legal venezolano, la
inhabilita para participar en posteriores participaciones o tomas de decisión
con respecto a este tema.
Hoy, los millones de venezolanos que defienden una u otra opción viven en
la zozobra de no saber que está pasando, y en las calles se vive un ambiente
tenso ante la espera de una situación violenta que puede desatarse de un
momento a otro. El discurso por parte de los voceros y medios gubernamentales
no ha sido en lo absoluto conciliatorio, sino que al contrario llama a la
confrontación y a la violencia con frases como “no volverán! Y el pueblo
patriota y armado defenderá esta revolución que ha llegado para quedarse”, lo
cual los sectores de oposición no reciben como grata oferta de paz ante una
situación de crisis política nunca antes vista en la historia democrática
venezolana en la que cada día, con cada declaración oficial, la sombra de
fraude parece materializarse más claramente frente a un gobierno que se niega
de todas las maneras posibles a realizar el conteo de votos y espera que el
pueblo acepte, a ciegas y manso, unos resultados que no se corresponden con la
realidad.
Pero no escribo hoy para generar más angustia, sino por el contrario, para
darles tranquilidad. Hoy quiero que entiendan cual es la “verdad” de los
procesos que se están llevando a cabo en este momento en el país. Sin necesidad
de videos, de fotografías ni complicados cálculos matemáticos o estadísticos.
La cosa funciona así: El día de las elecciones, cada comando de campaña (entiéndase
oposición y oficialismo) contaban con testigos en cada centro de votación.
Independientemente de que estos testigos hayan sido o no desalojados de manera
arbitraria e ilegal de muchos centros de votación por parte de órganos de
seguridad del estado, la realidad es que al final de cada evento electoral,
CADA MAQUINA DE VOTACIÓN emite un ACTA DE ESCRUTINIO, y se le da una copia exacta
a cada comando, por lo que incluso antes de que se den resultados oficiales,
cada comando de campaña SABE los resultados de las elecciones en cada parroquia,
en cada municipio, en cada estado, y por ende, por simples sumas, del total del
país. Es completamente entendible entonces que si uno de los comandos, con las
actas de escrutinio de cada mesa electoral del país en mano, al sumar tenga un
resultado X y no se corresponda con los resultados “oficiales” pida auditoría, porque
obviamente hubo una falla en el sistema (repito, independientemente de
ventajismos o abusos por parte de uno de los candidatos… eso es otro tema que
no estamos discutiendo aquí).
El proceder ante tal situación es la que el candidato Capriles ha
planteado. Solicitud ante el CNE a realizar la auditoría, puesto que el CNE es
el órgano competente en materia técnica electoral. Realizada esta auditoría,
contemplada en el artículo 162 de la ley de procesos electorales, contempla
precisamente lo que el candidato Capriles
ha pedido. Transcribo textualmente dicho artículo:
Artículo 162. La verificación
ciudadana del cierre de la votación, se efectuará mediante la revisión de los
comprobantes de votación con relación a los datos contenidos exclusivamente en
el acta del acto de votación elaborada por los miembros de mesa. El acto de
escrutinio se efectuará una vez que finalice el acto de votación. El Presidente
o la Presidenta de la Mesa Electoral anunciará en voz alta el inicio del acto.
En concordancia con esto, el
proceso de “verificación ciudadana”, que no es más que una auditoría en caliente
al momento del cierre de las mesas electorales, contempla el conteo de boletas
electorales en contraste con los resultados del acta emitida por la maquina. Es
entonces de esta manera, que se establece por lógica e interpretación, que el
proceso de auditoría al resto de las cajas de votación y material electoral sea
EXACTAMENTE EL MISMO QUE SE REALIZÓ AL 54% que se realizó “en caliente” y no de
otra manera. Eso contempla: COMPROBANTES DE VOTACIÓN, LIBROS Y ACTAS DE
ESCRUTINIO. Este punto, a pesar de las declaraciones ambiguas de numerosos
representantes del gobierno, no está en discusión, puesto que hacerlo de otra
manera es un “condicionante irregular” a un proceso de auditoría. Hacerlo de otra manera, u obviar alguno de estos tres (3) elementos fundamentales del acto de votación sería no solo absurdo, sino ilegal, puesto que precisamente la auditoría se hace para establecer que se corresponden los resultados finales con lo que está en físico y que conforma de por si el sistema electoral.
Establecido esto, habrá quien
dice que en el tiempo que se ha tomado el CNE para establecer la auditoría ya
podrían haber llenado cuadernos de votación con electores falsos, fabricar
votos, etc. Pues NO. Y no pueden por que debemos recordar que cada comando
cuenta CON LAS ACTAS DE ESCRUTINIO ORIGINALES EMITIDAS POR LAS MAQUINAS DE
VOTACIÓN EL MISMO DÍA DE LAS ELECCIONES, y ese escrutinio es “inamovible”,
puesto que se hace al momento de cerrar el acto de votación, lo cual significa
que después de emitir esas actas NO HAY NI UN VOTO MAS NI UNO MENOS EN ESA
MAQUINA. Recordemos que en este acto de auditoría se contrastarán los
resultados impresos en las actas con lo que corresponde a cada máquina, que a
su vez se corresponde con centros electorales “REGISTRADOS” como tal en la data
oficial del padrón electoral, por lo que cualquier máquina “fantasma” que haya
podido sumar votos “fantasmas” no entra en conteo de auditoría porque
sencillamente no tiene actas de escrutinio y no corresponde a ningún centro
electoral. Para eso es la auditoría.
Ahora, ¿Qué pasará cuando termine
la auditoría si resulta favorecer a Capriles?, muy fácil. Si esto sucede, el
siguiente paso es “impugnar” las elecciones ante el TSJ con base a la
inconsistencia numérica de los resultados. Es aquí donde entran en función 2
posibles escenarios:
1- EL
TSJ aprueba la impugnación y debe pedir al CNE que se repitan las elecciones
por inconsistencia en resultados (como lo prueba la auditoría. Por eso es TAN
importante). Con las pruebas en la mano ante tal eventualidad, difícilmente el
TSJ puede dar negativa a esta decisión.
2- El
TSJ NO procede ante la impugnación y desconoce los resultados de la auditoría.
Ante esta eventual negativa del
TSJ, podemos ahora decir que ya hemos agotado los recursos constitucionales y administrativos
correspondientes para la solución de una situación como la que vivimos y que implicaría obviamente la impugnación de las elecciones y sus resultados. Comienza
entonces la segunda etapa procesal: se comienza una solicitud de impugnación
a nivel internacional. Y ¿Qué es eso?, pues sencillamente se denuncia la
irregularidad y mediación ante organismos como la OEA, ONU o UE, los cuales
comienzan procesos administrativos para solicitar a Venezuela la resolución de
la crisis política que genera la negativa a legitimización de los resultados
electorales que arrojó la auditoría. Ante una posible negativa del gobierno a resolver
ahora a petición de organismos internacionales sobre la querella electoral y la situación del gobierno, que llegado a este
punto sería considerado “ilegítimo” por todas las organizaciones internacionales, comenzarían las sanciones económicas internacionales,
con lo cual se cesarían negociaciones, tratados y acuerdos con Venezuela hasta
que se regularice la situación. Esto no sería una situación inédita. Ya ha
sucedido con numerosos países como Irán, Corea del Norte, Cuba, Paraguay y
Honduras, por nombrar algunos. Tomando en cuenta que el gobierno Venezolano ha construido su base operativa en función de negociaciones y cooperaciones internacionales no hay que ser un genio para establecer lo que esto significaría para sus ya quebradas finanzas y capacidad de funcionamiento.
Llegado al punto este, Venezuela
no podrá exportar petróleo (principalísima fuente de ingresos), sus cuentas y bienes en el exterior serían
congelados, nadie le comprará absolutamente nada, y sería solo cuestión de
tiempo que el gobierno se desmorone ante su propio peso.
Quizá, debido a lo estratégico que
es nuestro país para el continente y el mundo, esta situación no se alargue
tanto como se puede pensar, y más temprano que tarde un eventual gobierno
ilegítimo (solo establecido así cuando la auditoria lo diga) sería destituido en
el país.
Podrían pasar muchas cosas más obviamente que pueden desencadenarse de este proceso:
Levantamientos militares de sectores que desconocen a Maduro como presidente ante los
resultados de la auditoria, un estallido social, extraterrestres invasores, una
explosión del sol, dinosaurios revividos que acaban con Miraflores, etc. Al
final, la auditoria arrojará unos resultados, y estos se convertirán de manera
INMEDIATA en la prueba más firme de la realidad venezolana, y solo a partir de
ahí se desencadenarán los procesos que deban desencadenarse. Quizá esta es la razón por la cual un gobierno bajo sospecha trata de distraer la atención sobre los resultados electorales fabricando noticias de muertos, instalaciones de salud atacadas, ordenes de captura etc. y se trata de negar en todas las maneras posibles a un proceso de auditoria a los resultados electorales. Si hay algún error en los datos electorales, la auditoria los detectará.
De esta manera, podemos tener la
certeza, que sin necesidad de llegar a la violencia y siguiendo todas las rutas
legales necesarias, nuestro país llegará en solo un mes a conocer una verdad
que luego no podrá callar nadie. El candidato Capriles está siguiendo el camino
DEMOCRÁTICO y legal en completa concordancia con nuestra carta magna. Ahora
solo queda acompañarlo siempre. Sin decaer, sin amedrentarse, sin caer en
juegos siniestros de desinformación o desesperanzadores. Hoy más que nunca
podemos tener la certeza de que la verdad no la podrán tapar, y que Venezuela
está comenzando a ver un nuevo amanecer. Solo hay que esperar unos días más. Es MUY acertado el apodo dado por Capriles al candidato Maduro: El Breve.
MUY BUENO COMO TODOS LOS ANTERIORES!
ResponderEliminarMejor no lo pudo explicar!
ResponderEliminarLo de Maduro el breve es real, así lo bautizo un vidente brasilero en un video de youtube, que antes de las elecciones en Venezuela predijo con números el resultado dando a Henrique Capriles como ganador, él dice que Maduro lo recordarán como el Breve dado que no llegará a un año su mandato. Realmente Venezuela está siendo una ventana al mundo para despertar y resurgir como Ave Fénix, excelente articulo. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarLo que aquí escribes es el "deber ser" de este proceso que debe comenzar esta semana, y como mas de la mitad del país sabe, el resultado de dicho escrutinio favorecería a Capriles R. luego de esto, pues queda que ocurra todo lo demás que sabiamente describes en tu minuta, PERO...!!! (Modo Pesimista ON) Qué ocurriría si al CNE Comunistoide decide suspender o "parar" el proceso de escrutinio tal como lo exige la MUD, (conteo voto a voto y contrastar con los cuadernos y el acta de votación) hecho que constituiría una "patada a la mesa" y que también mas de la mitad de Venezuela presiente que va a ser así pues ya los jerarcas del régimen lo han anunciado... Ese escenario lo has contemplado? o mejor aún; lo habrá contemplado el CSB..??? Date ahi... Alumbrame el camino que la noche es laaaaaarga.....!
ResponderEliminarRecordemos que la via administrativa es precisamente el "deber ser" legal y primer paso a tomar dentro de esta discusión. No acerlo implica que nos estaríamos saltando los canales regulares y haciendo de manera temprana solicitudes IMPROCEDENTES por la vía legal. Uno no puede sacarse la cédula si primero no solicita acta de nacimiento. Es lo primero que se debe agotar antes de proceder a nuevas medidas.
EliminarNo es correcto suponer con prejuicio antes de los hechos que puedan venir, puesto q con el solo hecho de que CNE haya tenido que aceptar las demandas de la MUD deja entrever que la presión es efectiva. No nos equivoquemos. Hay presión ejercida desde instancias internacionales que tocan fuertes intereses del gobierno de Maduro, como lo es el caso del desconocimiento por parte de EEUU como gobierno legitimo, lo cual puede (y de seguro así será) llevar a la petición por parte de ese país a la ejecución de sanciones por parte de los países alineados y la ONU, petición que causaría no solo que EEUU rompa relaciones (al menos temporalmente) económicas con nuestro país, sino la de al menos 40 naciones que hacen vida en ONU y OEA, quedando Venezuela en un estado de bloqueo al mejor estilo Cubano.
Es importante resaltar Juan, que los tratados internacionales en organizaciones de asociación se rigen bajo pactos como la carta de Ginebra y los convenios de Viena, en los cuales se establecen no solo los mecanismos a ejecutar al momento de intervenir en casos de violación de derechos humanos, guerras etc, sino en materia de LEGITIMIDADES DE GOBIERNO. Se establece también claramente que ante una decisión tomada en una corte como ONU u OEA esta debe ser acatada a cabalidad por parte de todos los países que hacen vida dentro de dicha organización, lo cual significaría que amigos cercanos como Bolivia, Nicaragua, Argentina o Brasil deberán acatar dichas sanciones también incluso fuera de su voluntad, pues no hacerlo implicaría sanciones para con ellos también y violaciones a los tratados internacionales democráticos. La terrible idea de voltear el tema de la auditoría en la manera que lo planteas por parte del CNE o del TSJ es descabellada tomando en cuenta las implicaciones políticas, económicas y sociales que llevarían tras de si por consecuencia dichas decisiones. Eso solo daría más fuerza al documento de solicitud de impugnación ante una corte internacional al tiempo que deslegitimaría muchísimo más gobierno de Maduro, que en un supuesto como ese quedaría expuesto como una dictadura o un gobierno de facto constitucional. Si eso lo pudiesen hacer, sencillamente no habrían aceptado de plano la auditoría y ya. Si pudiesen hacer eso, aceptar la auditoría en comienzo hubiese sido poco menos que perdida de tiempo, puesto q no los pondría en evidencia.
El problema radica en que ahora el gobierno no encuentra la manera de "justificar" una cantidad de votos que no tienen asidero ni legal, ni tecnico, ni tangibles, pero que aún así forman parte del escrutinio final que CNE presenta como asidero para la imposición de Maduro como presidente electo. La única forma de encontrar esos votos fantasmas (si es que los hay! OJO! para eso es la auditoria, y como dije, no podemos adelantar conclusiones) es por medio de este procedimiento.
Ahora viene la pregunta de las mil lochas: Estarán dispuestas las presidencias de los países amigos a jugarse las relaciones diplomáticas y económicas que se sostienen con los EEUU y otras naciones para defender a Maduro? Valdría la pena? Aceptarán las FFAA a un presidente oficialmente ilegítimo (que NO es militar por cierto y eso pesa mucho) si la auditoria demostrara que hubo fraude en las elecciones?. Esas son las preguntas de las mil lochas. Las respuestas?: NO.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios! de verdad que los aprecio sobremanera! un abrazo fuerte a ustedes! GRACIAS!
ResponderEliminarTengamos paciencia y fe sobre todo.!
ResponderEliminarLas cosas son como son. Hace 24 horas yo escribí este articulo. Vean lo q está pasando hoy. EEUU anuncia posibles sanciones contra Vzla. http://globovision.com/articulo/jaua-venezuela-tomara-medidas-energeticas-contra-estados-unidos-si-le-sancionan
ResponderEliminar