Esta es seguramente la pregunta
que ronda las cabezas de todos aquellos que de una u otra manera teníamos la
esperanza de un mejor futuro en nuestro país y hoy nos vemos sumidos en una
profunda decepción al darnos cuenta que más de 8 millones de electores
decidieron que era “mejor” seguir como estamos. Obviamente algo pasó.
Obviamente en algo fallamos.
Y es que es inconcebible hasta
para las mentes más mundanas, que muchos prefieran seguir en esta situación de
inseguridad, de inflación, de crisis generalizada por más tiempo sin que nadie
diga nada!... ahí está amigos míos nuestro primer error. No es que lo
prefieren, es que no han tenido opción.
Primero que nada, debemos
situarnos en el contexto “real” de la vida de un venezolano promedio. Puedo
asegurarles, sin temor a equivocarme, que absolutamente ningún venezolano
quiere corrupción, ni inseguridad, ni miseria. NADIE!. Entonces, ¿Por qué ganó
de nuevo el gobierno caótico y tirano que tenemos si nadie quiere eso?. La
respuesta es muy sencilla (después de verla por supuesto) y radica
principalmente en un error de interpretación y de análisis que deja muy en
vergüenza la capacidad interpretativa de la mayor parte de nosotros los
opositores.
En primer lugar, la campaña del
candidato de oposición fue publicitada solo por medio de vías excluyentes. Si!
Así como lo vemos! EXCLUYENTES. No nos dimos cuenta de eso por el motivo más
importante de nuestra falla: no nos situamos en la realidad del venezolano
promedio.
Para nuestro dolor, el venezolano
promedio NO es de clase media ni alta. Nuestros barrios y zonas deprimidas
albergan a cerca de 18 millones de compatriotas, lo cual es más de la mitad de
nuestra población. Casualmente ese es más o menos el mismo número de electores
inscritos en el REP. Estas personas no tienen en su mayoría acceso a televisión
por cable, puesto que las compañías cableras NO ENTRAN EN ZONAS DE BARRIADA por
que les roban los equipos, la señal, etc y sencillamente “no es rentable”. La
opción? Televisión satelital. Y aunque bien es cierto que podemos ver antenas
de DirecTV en algunas casas de zonas deprimidas (las vemos en las casas a
orilla de avenida o carretera cuando pasamos en nuestros vehículos con aire
acondicionado, pues no tenemos “ni idea” de cómo es ese barrio un poco más
adentro), también es cierto que por cada casa con DirecTV hay por lo menos 25
que no lo tienen. Y por qué no lo tienen? La respuesta es obvia, pero daré
gusto a muchos que se cansan de solo tener que pensar: NO LES ALCANZA EL DINERO
PARA GASTARLO EN UN LUJO COMO DIRECTV. Eso hace, que la campaña que hizo la
oposición solo apoyándose en Globovisión no llegara a la gran mayoría de
hogares que no tienen acceso al canal privado que solo se ve por medios pagos
en el 98% del país. Nuestra propaganda, los discursos, las marchas, etc NO
FUERON VISTAS POR LOS MAS DEPRIMIDOS, y que son la mayoría, porque si de algo
estamos seguros, es que este gobierno ha tenido el mayor de los éxitos
fabricando pobreza y depresión. De ahí que el gobierno nos tildara de “burgueses”
y dijera que nuestra campaña fue financiada por los “grandes emporios
comunicacionales”. En cierta manera, así fue. Nos apoyamos en propaganda en
periódicos como EL NACIONAL y EL UNIVERSAL, sin darnos cuenta que muy pocas
personas de eso que llamamos “pueblo” (y que al parecer se refiere de manera
despectiva tanto en lenguaje oficialista como opositor a los más desposeídos)
puede gastar 10 o 15 bsf diarios comprando periódicos cuando lo puede utilizar
comprando algo para comer en su casa con los suyos.
Que otro medio utilizamos para
hacer propaganda? Internet?... señores, si esta gente no puede tener televisión
por cable,o pagar un periódico, imagínense internet…
Pero no es la propaganda lo más
importante, eso es solo un punto casi nulo dentro de la estructura organizativa
de la campaña electoral. Usted se preguntará, como lo hicimos todos, ¿es
posible que precisamente esa gente, que está “comiendo cables”, que está
azotada por la violencia, a la que no le alcanza el sueldo para vivir, no se dé
cuenta que este gobierno es el culpable de esta crisis galopante y siga votando
por Chávez?... precisamente, eso pasa por que estamos desfasados de la realidad
del venezolano promedio. Señores, entendamos que el venezolano promedio no es
el que tiene un carrito, una casita, una computadorcita, un celularcito y un
trabajito. NO. El venezolano promedio es ese, el del barrio, con un rancho que
casi se cae, que no tiene trabajo, ni carro y debe caminar hasta 2 kilómetros
por veredas de un barrio zona roja cada día para llegar a su casa y pagarle
vacuna al malandro de la banda de la zona para que no lo roben o le maten a la
familia. El venezolano promedio forma parte de ese 60% de los habitantes del
país que viven en barrios. El venezolano promedio es ese, que debe tirarse al
suelo cada noche con sus hijos para evitar que una bala perdida en un
enfrentamiento de bandas entre por la ventana y los mate … ese es el verdadero
venezolano promedio. A ese venezolano, el candidato de gobierno le dijo que si
votaba por él le daría una casa nueva, le montaría un CDI bien fino y le daría
trabajo en una misión. La promesa de un país mejor no pudo ganarle a la promesa
de una vida mejor para su familia apenas en unos días. No podemos entonces
basar un discurso político-moral basándonos en planes económicos macro globales
si eso no detiene las balas perdidas que en verdad afectan al venezolano de
verdad deprimido que necesita soluciones para él y su familia de manera
“inmediata”. No podemos esperar que las personas se inmolen por una idea
“comunitaria” sin antes resolver sus problemáticas más inmediatas. En Yoga se
dice “no puedes hacer feliz a otro si no eres primeramente feliz tu”. A eso
jugó el gobierno, de manera manipuladora y hasta satánica, pero “la esperanza
es lo último que se pierde”, y por supuesto, nos ganó. Total? Que peor puede
estar una familia bajo esas condiciones de vida?. Nuestra promesa no era nada
ante una posible realidad que ofrecía el gobierno, por que en cada barrio hay
al menos 1 casita de Misión Vivienda que hicieron en los últimos meses
precisamente para eso, para que ese pueblo la viera y dijera “mira, si están
haciendo! Entonces quizá si me hagan la mía”. Esa fue la estrategia.
La campaña de oposición estuvo
basada en discursos que no llegaron a este tipo de venezolanos. Nos basamos en
recalcar los errores del gobierno más fundamentales para nuestra visión. Recalcamos
la crisis que existe, pero desde nuestro punto de vista. Por qué? Porque los
que militamos en la oposición somos en general y a grandes rasgos gente de
clase media. Nosotros sabemos que falta aceite, azúcar y carne por que cuando
vamos al supermercado nos damos cuenta. Pero el sector más deprimido no se da
cuenta como nosotros POR QUE NO TIENE DINERO PARA HACER MERCADO COMO NOSOTROS.
Entonces es un error muy grave pensar que los demás piensan como nosotros,
puesto que nuestras realidades no son las mismas.
Según cifras del ministerio de
Interior y Justicia, se estima que en
nuestro país existen cerca de 180 mil criminales violentos, organizados en poco
más de 180 bandas organizadas y protegidas dentro del enmarañado de las
barriadas más populares del país. Esto significa, si es cierto, que solo 1% de
los habitantes de estos barrios son delincuentes puesto que nuestros barrios
albergan a cerca de 18 millones de personas!!! Eso significa que 99% de los que
habitan nuestras zonas “rojas” son realmente gente honesta y trabajadora que es
azotada directamente por ese pequeñísimo porcentaje de “malandros” que al
parecer ha estigmatizado al resto haciéndolos ver como si TODOS los del barrio
fueran delincuentes a los ojos de esa minoría que somos nosotros!!! Por eso,
centrar nuestra campaña en un canal privado que solo se ve por cable o
satélite, por twitter, por internet, es hacer una campaña EXCLUYENTE, pues
dejamos por fuera a ese sector que de verdad es azotado por la crisis y al que
el gobierno ha abandonado a su propia suerte, porque es bien sabido que en las
“zonas rojas” no hay ley, no hay policías, no hay nada… solo las bandas.
Es que nos falta camino por
recorrer y entender. Quizá usted, que lee estas líneas mal escritas dirá que
esto no es verdad, porque a usted lo atracaron ya como 5 veces este año, lo
cual indica que la delincuencia anda desatada y la ineptitud del gobierno queda
en evidencia. Pues déjeme decirle que lo que usted ve como “ inseguridad” está
muy lejos de ser la misma “inseguridad” que vive el compatriota del barrio que
ha perdido familia en tiroteos, que tiene que pagar alcabala cada día para
llegar a su casa, que es robado al menos 3 veces por semana y que cuando se
queja la misma policía lo tilda de “malandrito”. Le aseguro que nuestras
percepciones desde este lado de la calle y la de ellos en el cerro son muy
distintas. Y tan distintas son, que no nos damos cuenta que esas cifras de
muertes que manejamos y de las que tanto hacemos alarde como prueba de un
gobierno inepto son alimentadas en un 98% con habitantes de allá, del barrio,
lo cual nos dice que los que de verdad sufren la inseguridad y la violencia son
ellos, no nosotros.
No podemos ofrecerle a esta gente
soluciones como “dejar de vender el oro de las reservas”, o “aplicar nuevos
sistemas de control cambiario”, sencillamente porque a esta gente eso NO LE
INTERESA. Y por qué no le interesa? Porque ninguno de ellos viaja a Miami de
vacaciones, ni compra por Amazon, ni tiene inversiones en el extranjero… A esta
gente le interesa que saquen al malandro del barrio para que no lo matraquéen
más, que le llegue la luz, que le llegue el agua, que pueda tener un sistema de
transporte público que lo lleve hasta su casa y no tener que caminar 500
escaleras por una vereda oscura a las 6 pm porque después de esa hora no hay
Jeep… esa es la realidad, y en crear la esperanza de que eso pronto se
solucionará fue precisamente en lo que se basó la campaña del gobierno. En eso
y en acotar que nosotros, “los burgueses” no lo haríamos, porque estamos solo
pendientes del dólar, del oro, del petróleo para hacer negocios… y en cierta
forma, nos duela o no, era verdad. Pero no porque seamos la legión del mal en
la que ocultamos a Skeletor y a Lex Luthor para destruir al mundo y a Venezuela
como nos han pintado, sino porque no hemos abierto los ojos a la realidad de
nuestro país. En cierta forma, no hemos sido más que unos ingenuos.
Quizá, si nuestra propuesta
hubiese sido sencillamente “sacar a ese 1% que jode y que es malandro” para
habilitar una vida más normal dentro del barrio, hubiésemos llegado más al
corazón de esta gente. Pero nuestro discurso fue muy contrario a eso, y en
lugar de humanizar el barrio, propusimos “acabar con los barrios”. Eso no fue
una buena propuesta, aún y cuando entendemos que la frase fue utilizada de
manera figurativa.
Acabar con la miseria del barrio
no es una Utopía inalcanzable. Es ciertamente muy posible y relativamente fácil!.
Cómo?, bueno: lo primero sería obviamente desarticular de manera seria las
bandas que operan en estos barrios para dar seguridad a sus habitantes. Para
esto el gobierno cuenta con medios múltiples, como policía, guardia nacional, e
incluso ejercito. No podemos dejar que la anarquía de estas bandas oprima de
manera sistemática a los habitantes del barrio! Como es posible que existan
zonas donde “no llega la policía”? dejamos que a esa gente que vive ahí “se la
coma el tigre” entonces? ¿O es que la policía y los medios de seguridad ahora
solo son para las urbanizaciones y zonas high dejando desprotegidos
precisamente a quienes más los necesitan?... eso no puede seguir así. No nos
habíamos dado cuenta de eso verdad? Seguramente cuando pasamos frente a un barrio
sentimos miedo porque “ahí lo que hay es un malandraje”… pero la realidad es
otra. Hay cosas peores que preocuparse por que algún día nos roben el repro del
carro. Mientras nosotros estamos expuestos a que nos atraquen si no estamos
pilas, la gente del cerro tiene la certeza que a diario alguien de sus vecinos
morirá por una bala perdida, o por no pagar la vacuna, o por no querer entregar
el celular que le pidió el malandro que manda en la esquina… esa es la
realidad.
Que puede seguir a sacar a las
bandas de los barrios? Asegurar los servicios! El habitante de la zona
deprimida también tiene derecho a contar con servicios públicos de calidad,
como agua potable, sistemas de aguas servidas, electricidad, etc. En estas
zonas estos servicios son casi inexistentes. Eso es culpa de este gobierno,
pero eso no lo recalcamos tanto como el precio del dólar o la venta de oro o en
que gastó el gobierno los billones de dólares que ha tenido. Es difícil entender la perspectiva de 1500 billones dólares cuando no tienes ni para comer un pan con malta.
Si logramos establecer servicios
decentes, sacar a los malandros del barrio, podemos entonces emprender la
“habilitación” del barrio, dándole buenas vialidades que permitan a sus
habitantes contar con un sistema de transporte público por ejemplo, y que los
cuerpos de seguridad puedan transitar y mantener el orden hasta en la última
frontera del barrio. Eso es brindar tranquilidad al pueblo. Eso es dar calidad
de vida.
Y es que brindar tranquilidad al
pueblo no es “acabar con los barrios”, porque lo entendamos o no, para muchas
de esas personas, “el barrio” es su hogar, donde está su familia, sus amigos,
su gente… y obligarlos a salir de ahí es como que le obliguen a usted a salir
de su casa. Pero podemos brindarles lo necesario para que el bario se
“humanice”, con planes como el que planteó nuestro candidato en el que se le da
a la gente los materiales necesarios para que mejore su vivienda! Excelente
plan! Pero para ponerlo en marcha primero había que hacer lo primero. Y
fundamental es entender que “el barrio” no es una zona roja, sino vecindades de
personas que también son honestos y trabajadores, pero que han tenido menos
oportunidades que nosotros.
Fallamos al pensar que nuestros
problemas son los mismos que los de esos 18 millones de habitantes que creíamos
que eran solo unos poquitos. Fallamos al no darnos cuenta de la realidad.
Fallamos al dejar que el gobierno caótico afianzara nuestros puntos ciegos, y
aún así no nos dimos cuenta! Y ahora, en las calles del guayabo electoral no falta
quien habla de “los marginales esos”, “los ignorantes chaburros”, atornillando
cada vez más precisamente lo que debemos quitarnos de encima!. El concepto de “unidad”
debe ser más sincero. Por que la única forma de mostrarle a la gente que “si
puede” tener un trabajo digno, que si puede tener la oportunidad de comprar un
carro en lugar de tener que conformarse con una moto china, que si puede tener
salud de primera y que las esperanzas no tienen por qué ser suplantadas por
conformismos es precisamente así, comprendiendo que somos “un solo pueblo”, y
no “aquellos” y “nosotros”.
Este gobierno precisamente ha
mantenido y multiplicado la pobreza de manera eficiente y sistemática, pero eso
no lo supimos comunicar. Debemos mostrarle al país, a los más deprimidos, que
un mejor futuro “si es posible”, pero para ello debemos “mostrar”, no
“prometer”. Necesitamos que nuestros gobernantes lleven la seguridad a los
barrios, que les lleven los servicio, que les hagan centros de salud de
primera, completamente dotados, funcionales, que les hagan las mejores
escuelas, para que el que no conoce eso VEA que si existe y que si es posible.
Quizá ahí se den cuenta que lo que estamos ofreciendo como proyecto de país es
mejor que lo que hay. Para eso necesitamos ganar gobernaciones y alcaldías.
Necesitamos tener peso político y público para poder llevar a cabo esto, pues
si no lo hacemos es “imposible” lograr las metas. Así que no se desanimen! NO
ABANDONEN! Aún hay chance de acabar con esta miseria. Dejemos atrás las
diferencias y abramos los ojos y el corazón a la realidad que viven nuestros
hermanos azotados por la miseria y dejemos el egoísmo de lado para siempre.
Quizá esa si sea la verdadera forma de sumar la mayor cantidad de felicidad
para el pueblo. En diciembre TODOS A VOTAR.
AHORA MÁS QUE NUNCA! ADELANTE!
te diera un like si pudiera pero ya lo sabes... jejeje
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