Desde hace ya un
tiempo, he tratado de no hablar más de “tiempos”. He tratado de no referirme a
tiempos de caída del régimen que tiene secuestrado al pueblo venezolano debido
a que descubrí con gran pesar, que las lógicas políticas, morales y éticas que
suelen ser más o menos universales, no aplican a Venezuela.
Pero no es
Venezuela el único país secuestrado por grupos terroristas. Por 6 décadas, el
pueblo cubano ha padecido la opresión causada por la bota de la dictadura, muy
bien entrenada por Rusia, quien es hoy un país bajo un régimen opresor y
controlador de tradición centenaria. No es entonces de extrañar que los cubanos
cuenten con buena experiencia en materia de control y terror… después de todo,
la experiencia vale más que muchas cosas.
Por su lado,
Venezuela no ha sido nunca un país de confrontación. Al contrario. Hace más de
100 años que Venezuela no vive una situación política fuera de los límites de
la democracia. Nuestra tradición es absolutamente demócrata y pacífica, al punto
de que nuestras protestas han sido cadenas de oración y entregas florales a los
caídos.
Pero sabemos
todos lo que ha sucedido en las últimas dos décadas y que resultado ha tenido
la implementación de eso que llamaron “Socialismo del siglo XXI”, que no es más
que simple dictadura y constante violación de derechos y leyes.
No pienso
recalcar cosas que ya todos sabemos. Sin embargo, he logrado ver algunos síntomas
muy interesantes últimamente, y buscando un poco de claridad en lo que veo, he
consultado con algunas personas muy lúcidas mis opiniones sobre estos síntomas,
tras lo cual hemos llegado TODOS a una misma conclusión.
Sin preámbulo les
digo: EL REGIMEN CAERA A PRINCIPIOS DE 2019.
Pero no quiero
pasar por uno de esos que simplemente dicen cosas sin asidero, así que les
cuento por qué he llegado a esa conclusión, de manera que ustedes mismos me
digan si coinciden o no conmigo, y por qué.
Como todos saben
(o eso espero al menos), la economía, la política y las lealtades dependen
siempre de muchos factores, normalmente externos e independientes. Es así como
se hace complejo determinar a veces el futuro de algo, puesto que la cantidad
de factores que determinan las tendencias son tantos, que predicciones en temas
complejos se vuelve casi imposible. De ahí que ocurran cosas como el desplome
de bolsas de valores, caída en el precio del petróleo, pérdida de valor
accionario en los mercados, etc. Nadie sabe a ciencia cierta que pasará, puesto
que hay muchísimos factores externos que determinan el futuro y que no podemos
controlar.
Muy a diferencia
de lo que la gente piensa, las situaciones de un país dependen de muchísimas variantes
que los políticos como tal NO PUEDEN CONTROLAR, como por ejemplo, el precio del
petróleo, o la disponibilidad de créditos, debido a que ambos dependerán de
variantes independientes, como por ejemplo la cantidad de extracción que sacan
los demás países, el interés de compra de otros, el surgimiento de energías
alternativas, el cambio de tecnologías, e incluso, factores climáticos, por
solo nombrar algunas de esas variantes. Ni hablar de los factores secundarios
que afectan, como el valor accionario, los mercados emergentes, los niveles de
confianza, etc.
En el caso
particular de Venezuela, la situación del régimen es muy frágil. Mucho más de
lo que debería ser. Sucede, que Venezuela, gracias a la implementación de políticas
de control, ha llegado a un punto en el que, sin darse cuenta, depende
completamente de la comunidad internacional y sus mercados, puesto que ahora la
economía depende principalmente de la IMPORTACIÓN de todo. Desde productos
terminados hasta la más básica de las materias primas.
Llegado a este
nivel de dependencia, el régimen venezolano hoy por hoy necesita de las casas
de calificación crediticia internacionales para poder acceder a créditos que le
permitan mantenerse a flote. Estas casas de calificación de riesgo, han ido
bajando progresivamente la calificación de Venezuela en los últimos años ante
las malas políticas económicas que sigue el país.
Sin embargo, los
créditos dependen de factores más allá de la capacidad de pago y que Venezuela
ciertamente ha perdido debido a su deuda externa inmensa y la reducción de sus
activos y capacidad de producción.
Se estima que la deuda
externa del país es de unos 150.000 millones de dólares. Gran parte de esta
deuda está en manos de China y
Rusia y se está pagando en petróleo (a 40$ el barril).
Venezuela tiene menos de
10.000 millones de dólares en reservas Internacionales certificadas, y ante el
quiebre de caja, ha decidido vender directamente parte de las reservas de oro a
otros países. Todo ese panorama ha llevado a las agencias de calificación
crediticia a advertir el riesgo de incumplimiento de pago de la deuda
venezolana. Ya en 2017, Maduro admitió la necesidad de “renegociar la
deuda externa” por su incapacidad de pago, y los bonos PDVSA en el mercado, se
depreciaron y se negocian a apenas el 20% de su valor nominal, lo cual
significa que Venezuela paga 80% de interés sobre cualquier valor negociado.
Aun así, ya el régimen no ha podido seguir pagando deuda, lo cual solo activa
medidas de cobro forzado, como el embargo de activos, como ha sucedido ya con
varias filiales de PDVSA y buques cargueros en diferentes partes del mundo. No
hay que olvidar el incidente con la refinería de Curazao hace apenas unos
meses.
Para reducir
esta deuda, el régimen a otorgado 49% de la propiedad de la Faja Petrolifera
del Orinoco a China, así como 49% de la totalidad de la explotacón minera en
ese desastre ecológico que llaman “Arco Minero”. Rusia, por su parte es dueña
del 49% de CITGO, filial de PDVSA en EE.UU, así como de una cantidad importante
de pozos de petróleo en suelo venezolano. Si consideramos que la producción
petrolera de Venezuela no supera 1 millón de barriles al día, de los cuales la
mitad no le perteneces ya, y del restante, al menos un 50% se lo lleva Cuba y
otros países “hermanos” en forma de convenios, entendemos entonces el quiebre
del país.
Con esto, solo
quiero decir, que el régimen NO TIENE DINERO, y tampoco tiene oportunidad de
financiamientos extranjeros, por lo que se entiende que acuda a países “Aliados”
para solicitar préstamos que solo endeudan más a la nación.
Por otra parte,
EE.UU ha ampliado sus paquetes de sanciones a los cabecillas del régimen. Hay
quien puede decir “eso no les afecta”, pero están equivocados.
Hace poco más
de dos semanas, se han congelado más de 1.200 millones de dólares en cuentas y
activos en EE.UU pertenecientes a una red de lavado de dinero de testaferros
del régimen venezolano. Pero también en España se han incautado 1.200 millones
de Euros en propiedades y cuentas a otra red de lavado de dinero venezolano.. Es
curioso que los montos sean tan exactamente parecidos. Hace casi 2 años, se
congelaron 7.000 millones de dólares en Suiza a una cuenta irregular de PDVSA a
nombre de Rafael Ramírez.
En este
momento, el régimen no puede negociar NADA con prácticamente nadie. Primero, porque
EE.UU prohibió negociar cualquier cosa enlazada al régimen venezolano con
ciudadanos o empresas estadounidenses, lo cual implica que tampoco pueden usar
el sistema bancario norteamericano. Tampoco se puede negociar nada con el
sistema canadiense, quienes se apegan a las sanciones emitidas por EE.UU.
Suiza, Panamá y Alemania han cerrado cuentas e incluso girado capturas de
testaferros del régimen. Se espera que la Unión Europea completa haga lo mismo
en unos días, lo cual le cierra el sistema financiero de toda América y Europa
a los narcotraficantes en el poder de Venezuela. ¿Donde se esconderá el dinero
robado? ¿Cuánto dinero más pueden perder sin que los afecte? ¿De quien eran
esos 2.500 millones de dólares que incautaron solo estas dos últimas semanas? ¿Cuánto
dinero más habrá rastreado que no sabemos aún?. El régimen, otrora poderoso, no
ha podido hoy día sacar de la cárcel a los narcosobrinos ni evitar las
sanciones de EE.UU. Ya no se habla del régimen en tono amistoso o neutro, sino
que ya se habla del “Dictador” y la “Dictadura” abiertamente.
El régimen venezolano
no cuenta con apoyo en la región más allá de una que otra isla y uno que otro
pronunciamiento de Evo Morales que no pasa de ser un reclamo sordo en una que
otra instancia. Por cada país que se pronuncia en apoyo a Maduro, 10 lo deploran.
La crisis migratoria venezolana no solo ha desnudado la realidad de Venezuela
en el mundo, sino que se ha convertido en asunto de crisis para otros países,
lo cual empuja decisiones para acelerar la resolución de la situación lo más
pronto posible. La crisis venezolana ya no es solo de Venezuela.
Algo muy
determinante en el ámbito internacional es “el reconocimiento de Maduro como
presidente legítimo”. Y aunque no nos guste, Maduro es el presidente de
Venezuela si tomamos la elección de 2013 como guía. Sabemos que esa elección
estuvo amañada. Si. Pero después de 6 años, es absurdo seguir en el argumento
de que no es presidente si el mundo entero lo reconoce como tal y lo trata como
tal, no solo en título, sino en toma de decisiones. Ya debemos aceptar que es presidente
en ejercicio, y así lo reconocen los países del mundo. Sin embargo, ahora hay
un nuevo problema para Maduro y su camarilla. NADIE reconoce a la Asamblea
Nacional Constituyente implantada en Venezuela como un órgano legítimo, por lo
que el nombramiento de Maduro como presidente REELECTO en 2018 por un llamado a
elecciones manipuladas ya es historia de otro libro.
Recientemente Josep Borrell, ministro de Exteriores de España, dijo durante una
entrevista que la Unión Europea solo reconoce la legitimidad de mandato de
Nicolás Maduro hasta el 10 de enero del año 2019, fecha en la que termina su
mandato correspondiente al período 2013-2019.
Cuando Maduro instaló la ANC
de manera fraudulenta, tanto EE. UU, Canadá y la Unión Europea (mas unas varias
decenas de países mas) de inmediato desconocieron tal instancia, lo cual deriva
en que las acciones emitidas por la misma son por lo tanto desconocidas e ilegítimas.
En ese paquete de acciones ilegitimas, entran las elecciones presidenciales
adelantadas de 2018. En otras palabras, el nuevo periodo presidencial de
Maduro, de 2019 a 2025 es ILEGITIMO de origen y desconocido por la comunidad
internacional. A los ojos del mundo, MADURO NO ES PRESIDENTE DESPUES DE ENERO
DE 2019.
Si la comunidad
internacional no reconoce a Maduro como presidente legítimo de Venezuela a
partir del 10 de enero de 2019, entonces se entiende que Maduro estará
USURPANDO UN CARGO A LA FUERZA. Lo dice la Unión Europea, no yo. Y es la misma Unión
Europea que está planeando denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional
por crímenes de lesa humanidad. Pero, aunque la UE como instancia aún no ha
llegado a ese punto, Alemania, España, Brasil, Argentina, México, Perú, Chile y
Ecuador ya lo han hecho. Dichas denuncias, pesarán mucho más a partir del 11 de
enero de 2019, cuando ya Maduro NO SEA PRESIDENTE de Venezuela, sino un
dictador con todas las de la ley ante los ojos de la legislación internacional.
Ya no será cuestión de “epítetos”, sino de legalidad.
No es entonces de extrañar
que el régimen ahora busque nuevos “diálogos” con países buscando eso que ellos
llaman “mediación internacional de conflictos”, buscando ganar legitimidad de
alguna manera.
No es tampoco de extrañar
que se busque ahora crear un nuevo sector político muy oportuno para el régimen
y que tratan de acuñar como “Chavismo Originario”, que busca ser una corriente “chavista
pero crítica” que pueda presentarse como una opción electoral llegado el caso
de tener que ir a elecciones. Pero ese Chavismo Originario, no es más que la
misma harina, del mismo costal, con los mismos de siempre, ahora con otro
nombre.
Y resulta curioso eso de querer
acuñar el término “originario” como algo limpio y puro, como si Chávez no fuese
el “origen” de la desgracia que vive el país hoy. Se trata de BORRAR la
realidad. Se trata de hacer olvidar que quien entregó el país a China, Rusia,
Irán y Cuba fue justamente Chávez. Se trata de obviar, que esos 7.000 millones
de dólares congelados por lavado en Suiza a PDVSA los manejaba Rafael Ramírez, el
ZAR DEL PETROLEO de Chávez. Se trata de obviar que los corruptos que se
llevaron los 300 mil millones de dólares de CADIVI y desaparecieron los 70.000
millones de dólares del fondo Chino, fueron justamente Chávez y su gente.
Parece que quieren hacer creer que Chávez no fue un ladrón y que no fue bajo su
mandato que nació el Cartel de los Soles. Parece que a algunos se les olvida
que Maduro está ahí puesto a dedo por, justamente, “el original”.
Ahora bien. Si sabemos que
no hay apoyo internacional para el régimen (ni Cuba los apoya ya), no tienen
dinero, están siendo acorralados a nivel mundial y sus cuentas están siendo
incautadas, y en apenas 4 meses al menos 30 países y la UE desconocerán a
Maduro como presidente legítimo de Venezuela, las cartas están echadas.
Brasil, está en contra de
Maduro, sin importar quien gane las elecciones próximas. Colombia está en
contra de la dictadura venezolana y acaba de entrar a formar parte de la OTAN
(interesante detalle ese). El grupo de Lima (12 países) adelanta gestiones
contra Maduro en la CPI sumándose a las denuncias de al menos 4 países europeos,
y la relación entre los países vecinos de Venezuela, que han sido y son, de
suma importancia para el país, están absolutamente destrozadas.
El panorama de relaciones
exteriores de Maduro no pinta nada bien, lo cual es malo para un régimen que
depende enteramente de las relaciones exteriores. A un punto de quiebre tal se
encuentra, que ha tenido que inventarse una divisa fantasma llamada PETRO
debido a la falta de liquidez en moneda dura, como el dólar o el euro.
¿Cuanto más podrá sostenerse
el régimen así? Hasta el 10 de enero de 2019. A partir de ahí, en cualquier
momento una alianza de países podrá INTERVENIR militarmente para remover del
poder a quien lo usurpe de manera forzada. Ya Colombia es parte de la OTAN, y
el grupo de Lima cuenta con el apoyo de EE.UU, Canadá y la UE, por lo que no es
de extrañar que hace una semana, senadores de EE.UU hayan comenzado a conversar
sobre formas de rescate financiero a Venezuela ante el cambio de gobierno que inminentemente
vendrá.
Queda solo preguntarse: ¿Estará
el régimen buscando la manera de lanzar una elección fantasma que legitime de
alguna manera su poder y por eso andan promocionando a los “Chavistas Originarios”
como una amalgama que una a los chavistas y a los opositores a Maduro en un
solo bloque? ¿Podrá una elección fraudulenta o un decreto de medianoche evitar que
el mundo entero vea a Maduro como un usurpador del poder en Venezuela? ¿Podrá Maduro hacer que la gente lo apoye de
nuevo, si es que alguna vez lo apoyaron, y voten por él? Si hubiesen elecciones
eventualmente, y esas las ganara el candidato “originario”, y ese candidato es
manejado por los “originarios del desastre”, que en esencia son todos los
mismos de hoy y de siempre, ¿Quedaría entonces de nuevo Maduro y los suyos en
el poder, ahora legitimados por el voto popular, por un tiempo indefinido
ahora?... Ya veremos…